RETORNO
La madrugadas son frías.
La cama me acoge en su tibieza, pero no por eso viene el sueño.
La calle se vacía y mi alma la reconoce en el silencio.
Ha pasado el tiempo del llanto y se ha instalado el del distanciamiento.
Un vacío añorante, triste, abandonado por todas las esperanza.
Hace falta mucha fuerza para que pueda comenzar el día.
La cama me acoge en su tibieza, pero no por eso viene el sueño.
La calle se vacía y mi alma la reconoce en el silencio.
Ha pasado el tiempo del llanto y se ha instalado el del distanciamiento.
Un vacío añorante, triste, abandonado por todas las esperanza.
Hace falta mucha fuerza para que pueda comenzar el día.
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