Apuntes de madrugada

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Escritora

viernes, octubre 26, 2007

PRESENCIAS

Las noches se suceden y la madrugada va quedando borrada por el sueño. No es el olvido, es la costumbre quizá de la ausencia, el cansancio del sueño escaso durante tanto tiempo.

La noche de otoño es silenciosa y calmada. Lo será mientras huelan los pinos de Gibralfaro en esas primeras horas antes de la media noche.

Oscurecerá pronto a partir del domingo y la llamada del sueño será, también, mucho antes de lo acostumbrado.

No quiero dormirme del todo, ni toda la noche. Necesito un espacio de soledad y silencio en el que poder encontrarte, en el que imaginar tu presencia junto a mi.

Quiero que la duermevela me deje sentirte dormido y callado compartiendo mi lecho.

viernes, octubre 19, 2007

SEGUIR

Se puede vivir fuera del tiempo. Pasar sin mover el aire, sin que nada nos roce siquiera.

Se puede olvidar hasta el mismo olvido.

Pero, no se puede impedir que una mirada nos devuelva a la hora vacía, al desgarro que nos produce incluso el terciopelo, al recuerdo que llena nuestra vida de desolación.


Toda defensa es vulnerable.

Toda fortaleza tiene un traidor.

El precio del olvido es siempre la indiferencia.



La vuelta de la memoria me trae el dolor y el llanto.

sábado, octubre 06, 2007

PASO A PASO

El tiempo se desliza suavemente, sumergido en ese continuo de las tareas de cada día, en la búsqueda de un pasar que distancie lo más doloroso.
Miramos atrás y nos sorprendemos ajenos a todo lo que no sea la conciencia de los presentes.

No hay proyecto que sea realmente sentido, ni alegría más allá del flash que dura un instante.

Cada día tiene su tarea y su derrota. Cada noche su duermevela y su olvido.